Hablaremos en este breve artículo de uno de los monumentos que visitamos en nuestro Free Tour en Segovia, el Torreón de Lozoya. El origen de este torreón se desconoce actualmente, pero sí sabemos que se descubrió en su interior un caldarium, una instalación similar a una sauna, en el que mediante un sistema de calentamiento subterráneo, se mantenía el suelo caliente y se creaba un vapor de agua en el interior.
Pero la llamativa forma arquitectónica que posee actualmente la recibió entre los siglos XV y XVI. La edificó una de las familias de más poderío en nuestra ciudad, los Cuéllar. Podríamos pensar que la ausencia de muchas ventanas en la base indicarían que se trataría de una torre defensiva, sin embargo, las ventanas ubicadas en la parte superior sí nos dirían que era más bien una torre cuyo objetivo era el de ser símbolo de poder, tanto social como económico.
El IX Marqués de Lozoya definiría en su tiempo esta torre como “construida de sillería de granito cuyo despiece en su fachada principal es bien visible hasta el primer tercio de su altura, y el resto de mampostería, con cadenas de sillares en los ángulos del perímetro”.
En sus fachadas se pueden ver variados elementos artísticos, que incluyen un arco de medio punto, un ajimez (que sería una ventana de dos aberturas dividida por un pilar), una saetera y tres ventanas con arcos de medio punto. Pero lo más reseñable es la corona de matacanes donde se asienta el fortín. Se piensa que sus almenas fueron convertidas en ventanas. El escudo heráldico que aparece es de los Aguilar, que sustituyó al de los Cuéllar, familia venida a menos por haberse involucrado en el bando de los Comuneros.
En la actualidad el edificio pertenece a la Caja de Ahorros de Segovia.